La belleza de esos muros de piedra, de la hiedra, de un jardín destartalado.....de Italia, simplemente me encanta. Quitando que siempre los americanos nos ponen a los europeos con coches destartalados, (que no digo que no tengan su encanto pero no lo es más común en nuestras carreteras) por lo demás la película lo borda.
Así que decidí cambiar el escaparate y recrear una comida al aire libre con los colores de la huerta, los tonos anaranjados, los rojos intensos y por supuesto, el verde.
Toda una explosión de color para los sentidos, a mi ya me huele a hierba cortada, el olor que siempre me recuerda la primavera. Ya solo me queda un poco de música italiana.